El Instituto de la Propiedad (IP) de Honduras comunicó un avance en su plan para mejorar la seguridad en las carreteras y disminuir los accidentes: la introducción de un comprobante de inspección técnica de vehículos que se activará en 2025. Esta normativa pretende asegurar que todos los vehículos en el país cumplan con requisitos básicos de operación y seguridad, con la meta de proteger vidas y reducir peligros en las vías.
Este esfuerzo forma parte de una serie de reformas que el IP viene implementando desde hace más de un año, con el objetivo de actualizar los procedimientos de registro, control y monitoreo del parque automotor del país. Dentro de los cambios más significativos se incluye el establecimiento de inspecciones técnicas regulares, que incorporarán revisiones del estado mecánico, emisiones de contaminantes, sistema de frenos, iluminación, neumáticos y otros elementos esenciales para una circulación segura.
Según se dio a conocer, la boleta funcionará como un documento oficial que acreditará que el vehículo ha superado la revisión técnica correspondiente. Será obligatoria para poder realizar trámites de renovación de matrícula o traspaso de propiedad. Aquellos conductores que no cuenten con la boleta al momento de efectuar estos procesos, se verán imposibilitados de continuar con los mismos hasta cumplir con el requisito.
El proceso de revisión se gestionará en colaboración con talleres acreditados, elegidos según parámetros técnicos y controlados por el Estado. Dichos talleres necesitarán poseer equipamiento específico y empleados capacitados, asegurando de este modo que las inspecciones se lleven a cabo conforme a estándares profesionales. De igual forma, se anticipa la digitalización de los registros, lo que facilitará un seguimiento más exhaustivo, además de brindar mayor transparencia y control sobre la situación general del parque vehicular en todo el país.
La implementación de la boleta de revisión técnica responde a una necesidad urgente: la alta siniestralidad vial que afecta al país. De acuerdo con datos oficiales, una parte significativa de los accidentes registrados en Honduras se relacionan con fallas mecánicas, muchas de ellas derivadas del mal mantenimiento de los vehículos. A esto se suma el envejecimiento del parque automotor, donde un porcentaje elevado de unidades tiene más de diez años de antigüedad.
Las autoridades del IP enfatizan que esta acción no tiene objetivos económicos, sino de prevención. El propósito es fomentar una cultura de responsabilidad entre los conductores y mejorar la seguridad en la circulación. El boleto también ayudará a obtener información más detallada sobre cuántos y qué tipos de vehículos están en buen estado, lo que a su vez permitirá desarrollar políticas públicas de transporte más efectivas.
La iniciativa también incluye una fase de adaptación en la que se brindará información detallada a la comunidad acerca de las características del nuevo sistema. Se llevarán a cabo campañas de educación, artículos en medios y sesiones informativas para capacitar a los conductores, mecánicos y personal administrativo.
Uno de los retos más importantes será asegurar la cobertura nacional del servicio de inspección técnica, especialmente en zonas rurales donde el acceso a talleres especializados puede ser limitado. Para ello, el IP estudia la posibilidad de habilitar unidades móviles de revisión o establecer convenios con municipalidades para la instalación de centros de inspección en localidades clave.
Además, se trabaja en una normativa que establecerá las sanciones para quienes incumplan con el proceso de revisión, así como incentivos para los conductores que mantengan sus vehículos en óptimas condiciones. El sistema incluirá criterios diferenciados según el tipo de vehículo (particulares, transporte público, carga, motocicletas, entre otros) y su antigüedad, lo que permitirá una implementación progresiva y adaptada a las distintas realidades.
A través de esta iniciativa, Honduras se dirige a robustecer su estructura normativa en el ámbito del transporte, integrando métodos de supervisión que ya están en uso en otras naciones de la zona. La decisión, aunque al principio podría enfrentar resistencias o incertidumbres, simboliza un gran progreso hacia una movilidad más segura, efectiva y duradera.